Vuelta noctura completa al Atazar

El plan en si era espectacular. En el Atazar por la noche no hay un alma y si el cielo está limpio como era el caso ayer, realmente merece la pena renunciar a unas horas de sueño.
La temperatura también era perfecta y conseguimos salir a una hora prudente.

El nivel de los participantes era bastante alto, así que garantizaba un buen ritmo y pocas paradas. Finalmente vinieron los tres triatletas olímpicos (Jose, Salva y Rafa), Barth (recientemente olímpico también), Peter, Jimmy y yo.

Partimos del Berrueco en dirección Este, para afrontar la parte más técnica del recorrido con luz diurna y disfrutar de las vistas desde los puntos más altos de la ruta trazada.
En lugar de seguir el perímetro del pantano, Salva sugirió subir a los dos repetidores, aunque implicara mayor desnivel y kilómetros.
Subir a los repetidores se convirtió en una tarea realmente complicada. No basta con tener la forma física para superar los desniveles, si no técnica (reparto de pesos) y también conocimientos básicos sobre la mecánica de la bici (presión de las ruedas y cadencia).


Como curiosidad, solo subieron hasta arriba sin tener que poner pie en tierra las MBT de doble suspensión.

Primer pinchazo (Barth) y tras unos minutos seguimos subiendo hasta el repetidor donde nos esperaban Peter y Salva. Vistas espectaculares tal y como nos había avanzado Salva.


Tras este largo y duro ascenso, nos dirigimos al pueblo de Atazar y a Jimmy, Salva y a mí que nos habíamos adelantado, nos invita una bella doncella sobrada en carnes y en bello a tres sendas cervezas y bravas.

Descenso a la primera presa, parada para fotos y disfrutar del paisaje y de nuevo a subir.

 


Todavía nos esperaba la subida al segundo repetidor, que sería la más larga y dura de la tarde.

Coronamos Salva y yo y más tarde nos enteramos de que Barth había roto la ya famosa patilla del cambio trasero y se había quedado tirado.
No le quedará otra que subir andando y bajar montado hasta el siguiente pueblo, donde posteriormente le recogeremos.

Una vez coronada la antena y aprovechando las últimas luces del día, descendemos, algunos con más pericia que otros…. Rafa y Jose como locos y Peter y yo como abuelas.

Desde este punto hasta el Berrueco, se desciende, llanea y hay algunos toboganes de mayor y menor grado. Llevamos un ritmo bastante fuerte y nos iba a dar tiempo a cenar.
En un punto cercano al Berrueco, Salva sugiere meternos por un antiguo camino de tierra y a pesar de que no encontró mucho apoyo en el pelotón decidimos seguirle.

Era una noche cerrada, la luna todavía no había salido y no se veía NADA. Rafa como buen canario ve en la oscuridad, o al menos eso pensábamos hasta lo que aconteció después…
A mitad de camino y a una velocidad considerable, aparece en su camino una valla cerrada con alambre de espino. Evidentemente no es capaz de reaccionar, desintegra la puerta y sale volando por encima.
Los brazos quedan detrás del cuerpo y colisiona frontalmente con el suelo, llevándose todo el impacto el casco y la cara.


Jose y yo que veníamos detrás, nos encontramos con un cuerpo inerte, que alumbrado por los frontales presenta una imagen de lo más tétrico…
La cara ensangrentada y llena de tierra, no nos permite conocer el alcance de las heridas, pero está consciente y parece tener movilidad en todo el cuerpo, salvo molestias en el cuello y cervicales.
Afortunadamente, tenemos comida, ropa de abrigo, luz, gps y teléfonos móviles. De modo que aplicamos los primeros auxilios limpiando las heridas y tapando con apósitos (la barbilla había perdido bastante carne) y Jimmy,Peter y Salva van al pueblo por el Pick up y a recoger a Barth.

Jimmy llama a emergencias y les pone en contacto conmigo para conocer la situación y localizar el lugar. Nos van a enviar una ambulancia.
Durante este tiempo, mantenemos como podemos en calor a Rafa, le damos geles para que no le baje demasiado la temperatura y lo más importante de todo, una sesión fotográfica para inmortalizar cada instante.
Mientras tanto, le comunico a Jimmy que no es posible movilizar a Rafa, ni por supuesto puede moverse. De modo que con el gato hidráulico tratan de romper los candados de las primeras vallas, sin fortuna, porque las puertas se doblaban.
Finalmente, llegan las ambulancias y deciden bloquear y paralizar el cuerpo entero de Rafa con una cama/base de criogel muy fardona, para posteriormente llevárselo al Infanta Sofía.

Llegamos a casa entorno a las 2 y el pobre Rafa se quedó en el hospital. Jose se haría cargo de él.

Afortunadamente hoy hemos recibido buenas noticias y le soltaron pronto. Todo está razonablemente bien y estamos esperando noticias suyas.

Acerca de Guser

Experto en soluciones de movilidad sostenibles Postgrado en IDE-CESEM - Dirección Comercial y Marketing Postgrado en CICE - Dirección de Arte y Comunicación
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